No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



martes, 21 de agosto de 2012

La almohada.


y luego todo lo que sigue es preguntarse, hablar en sueños raros, con códigos absurdos. Aceptar que una flor crece en un lugar ajeno a las flores, que crece en los pastos de los ladrillos. Y desconfiar de la paciencia de la flor para crecer, así, floreciendo, pasando el otoño, sintiendo cada fin de verano que el próximo será el último, pero no. Pasa el otoño, y por leve, comienza a preocuparse uno por el invierno. Y advierte a quién quiera oírlo: “¡No sé cómo pasaré el invierno!”.
Hablaré con mi almohada sobre todo esto y sé que no obtendré ninguna respuesta. Mi almohada es tan cobarde, casí tanto como las flores que apenas se muestran, que apenas nos dejan intuir la profundidad de sus raíces. Intentaré ahogarla, axisfiarla con el peso de mi cuerpo, o poniéndola entre mis rodillas y apretar.
No debiera confiar en mi almohada. No debiera. Parece muda, sorda, ciega. Simplemente no me habla, pero mi mayor miedo es lo que guarda, lo que encierra, lo que podría contarle al resto del mundo, al otro mundo….


martes, 14 de agosto de 2012

Como si hablásemos de amor.


-Son notas pequeñas, delicadas-pensó.
Claro qué era así. Cartesiano por intuición, sin demasiadas explicaciones. Ordenar la cabeza, ordenarla de a pasos, para comprenderlo todo en su plenitud, y repasar lo comprendido hasta estar seguro de no haber dejado algo sin ver, sin analizar.
Le miró los ojos de cerezas oscuras, de bosques de sombras verdosas y marrones, de aguas calientes que sirven infusiones misteriosas y adictivas, y comprendió.
-Cada nota aparte de la su predecesora y su consiguiente carece de importancia. Cada nota se debe a su duración. - le dijo casí en voz baja.
Imaginó entonces, la sucesión perfecta, de negras, corcheas. Las pudo dibujar en su mente, en su pentagrama mental, pensando que ella también era música, era su música, la que dibujaba de a poco. Traducción simultanea.
Sonrió entonces, se sintió feliz, se sintió músico, pero ignoró que aquel pentagrama creado no era música aún. Sería música cuando alguien la ejecutase, silbándola bajo un árbol o con una orquesta en un teatro lujoso. Cuando esa representación pase del papel a cobrar vida gracias a las formas, al proceso de traducir las emociones.
Casi como si hablásemos de amor…

domingo, 12 de agosto de 2012

Periplo - Agosto

Este mes la revista Periplo trata acerca de la creación.

Allá por las últimas páginas encontrarán los textos que escribí.

http://issuu.com/revistaperiplo/docs/periplo_agosto_12dr

"La creación es un combate".

domingo, 5 de agosto de 2012

Ignorancia


Acaso si habrán de pasarme cosas terribles, sospecho que será culpa de la ignorancia. Aunque esa sospecha es por la simple deducción de lo acontecido hasta hoy.
He intentado en vano comprender la realidad. He intentado convencerme que esta podía atarse a un plan único e ineludible, de tal forma que siguiendo tal o cual receta, se llegaba a un resultado esperado. Ignorando que la realidad es como un ajedrez donde uno apenas conoce los movimientos permitidos, e incluso es posible realizar movimientos por fuera del reglamento con la posibilidad de no ser descubierto, y aún siendo descubierto, es posible que se lo permitan.
Supongo que hay cosas que ignoro por corto tiempo y otras que nunca descubriré que ignoraba. Incluso debe haber alguna que conozco de forma equivocada. Pero ya no les tengo miedo, es simple, he comprendido algo; lo que debía comprender para despegarme de ese miedo.
He comprendido parte del mundo, tal vez migajas o algún fragmento más considerable. Funciona de esa forma; fracciones mínimas a las cuales uno no presta atención hasta que se manifiestan en algo ineludible. Los huracanes nacen en pequeños vientos, el otoño nace en un puñado de hojas que se secan y la primavera rompe la represión de los colores marrones con un diminuto brillo de flor amarillenta, y otras veces verde.
Ignorarlo no es grave por el hecho en sí, es grave y preocupante porque significa no prestar atención al mundo y sorprenderse con la total consumación. Sorprenderse por hechos comunes, lugares conocidos, actitudes esperadas.  
 Me preocuparía perder la sorpresa, pero me sugiero que no ha de pasarme a mí. No por ser poseedor de un don especial. No he descubierto dones especiales o naturales, al contrario, los he trabajado incluso a costa de que me mantengan sobre una línea delgada que me impide definirme como tal o como cual.
Aún procuro sorprenderme con los glaciares que se derriten en los vasos, con los brillitos que sueltan algunos libros, con los juegos que producen los puntos y las comas, tener miedo (porque alguien debe tener miedo en Buenos Aires), adivinar lo que escondemos. Porque procuro que un día no seremos cajones cerrados con llaves diminutas, ni intentaremos comer flores secas.
Lo procuro con unas ansías casi pornográficas.
¿Usted se hace o es? Las respuestas suelen ser más calificativas que las preguntas. Pretendo que se me califique por mis preguntas. Responder, responde cualquiera, incluso los ignorantes.