No deseo ser realista, pretendo escribir música pero con palabras, porque los recuerdos suceden con música. Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga, pero no quisiera ser un prestidigitador común. Pese a todo, no he podido determinar, si quiero mostrarles la verdad con la apariencia de la ilusión, o por el contrario, la ilusión con la apariencia de la verdad.....las palabras me preceden, me sobrepasan. Tengo que tener cuidado: sino las cosas se dirán sin que yo las haya dicho. Así como un tapiz está hecho de tantos hilos que no puedo resignarme a seguir solo uno....mi enredo surge porque una historia está hecha de miles de historias....



martes, 14 de julio de 2015

Asquito.

El dolor se atenúa, la sangre se seca, los cuernos se olvidan, el amor pasa, el odio se va, la ira se apaga, el hambre se sacia, la memoria se alimenta, las heridas cicatrizan y las cicatrices adornan, la ropa se lava, se lava y se lava hasta que se deshilacha. Los pelos se cortan, la risa se apaga, los bolsillos se llenan y luego se vacían y luego se vuelven a llenar. Las uñas crecen, las penas se ahogan, el rímel se corre, el pecho se hincha, el camino se marca, lo marcado es camino.
¿Pero el olvido? El olvido quién sabe. El olvido es inabarcable. El olvido no existe, porque cuando olvidaste, no recordás porque olvidaste ni tampoco qué olvidaste. Por definición, nadie sabe dónde se está lo perdido. Habitará lugares oscuros. O lugares luminosos que nadie mira. Lugares que producen miedo, o lugares que...

En cambio el asco no, el asco te persigue, el asco no se olvida de vos, nunca. Vos podés olvidar al asco, hacer alguna manganeta mental, algún mohín de neurona para que reirte un  poco, pero sabés qué va a volver. El asco siempre vuelve. Vos te podés olvidar del asco, pero el asco no se olvida de vos...