Sospecho que ha empezado
una suerte de segundo otoño
digo sospecho, y no; afirmo
porque desconozco demasiado
Fechas, meses, comienzos
Conozco, sin embargo, lo veo
la puerta llena de hojas secas
movidas, inquietas, apelmazadas
juntas, entremezcladas en la reja.
Sospecho que hace frío,
porque las manos se me agrietan
pero también porque ellas se juntan
se montan una sobre la otra
Es un orden, es su orden.
Una sobre la otra, desacomodada
Sospecho que no ensucian,
por eso me niego a barrerlas
y en eso termina mi rebeldía
porque barró las hojas que entran a casa
que se meten por las puertas
porque adentro es desorden
pero allá, afuera, son bellas.
Otoñó, ya no puedo impedirlo.